13 de julio de 2007

Oda al Pérez

Como el que no quiere la cosa, nos invitó a un aperitivo un viernes a mediodía, con casi toda la tropa batida en desbandada …. y le despachamos con un termómetro para medir la temperatura del vino.
Por la misma puerta que horas después atravesaban los temerosos becarios veraniegos, Serafín Pérez, jefe de medios de TVE-Extremadura enfilaba el retiro de oro hacia una merecida prejubilación, adornada con las siglas ERE.
A nosotros, que nos pagan por contar una noticia en un minuto, por concretar lo importante, por ser selectivos con los datos, nos cuesta ahora relatarles en unas horas a esos mismos becarios lo que ese “Pérez”, al que ni siquiera han llegado a conocer, ha significado en la intrahistoria de RTVE.

No en la del medio siglo de la tele. No en la de los grandes Jesús Alvarez, Joaquín Prat…No en la de la copa de vino de lujo en Prado del Rey….la que ellos pueden leer en cualquier periódico o revista. Sí en la historia del anónimo dia a dia regional, primero en los tiempos difíciles en el Centro del País Vasco, y luego en los apacibles del Centro Territorial de Extremadura. “N+1” años de prudencia, mano izquierda, serenidad y supervivencia a cada uno de los directores que le ha tocado soportar y torear.
Devorados por la velocidad, consumidos por la prisas, aniquilados por lo inmediato (la actualidad casi no nos deja contemplar la realidad-verdad) vamos despidiendo históricos como el que va al supermercado a por pan….y en el camino se deja caer la miga.

Sin querer buscar tiempo para la reflexión, huidizos de gestos afectivos en desuso, negamos un abrazo sincero y público a quienes bien nos han servido y mejor nos han enseñado. Vemos tomar esa misma salida a los Luis Carreras, Albarrán, Nano, Tomás….y los que les seguirán, con el desapego, desafecto y desánimo que ha tomado presos a los trabajadores de esta casa, cada vez venida a menos.

Como castrados, medio envidiosos por verles irse a casa con su 92% hasta la jubilación y avance del camino que todos tomaremos tarde o temprano, nos limitamos a un sobrio “¡Bueno, ya nos veremos por aquí…..!” tan de compromiso como de falso alivio.

Ruidosos en algunos casos, sin estruendos como en éste, los “prejubilatas” releían mil veces las listas sin encontrarse (Bueno, será en la siguiente……). Apretaban una y otra vez el botón “actualizar” del ordenador, confiando en que fuera un error su ausencia o en las buenas artes del asidero de cada cual (Tengo un amigo que me ha garantizado que estoy en la próxima). Hasta que, como inicio del verano, cientos de esos históricos seguían el pasado uno de julio la senda que otros habían marcado desde primeros de año.
Entre ellos estaba Serafín, que ahora tiene su tiempo para mejorar el hándicap en el golf, ver crecer el césped en su parcela de San Marcos en Almendralejo, rellenar los huecos dejados en la historia familiar con tantos festivos trabajados… y equivocarse de rumbo algunas mañanas cuando el coche enfila, sin querer, el camino de la Tele.

Nuestro particular GPS también desvaría y, muchas veces, a media mañana, nos encaminamos a su despacho a buscar el consejo sabio, la mirada cómplice o el aplomo de la experiencia, con la excusa de coger un caramelo de su caja metálica con los monumentos alemanes en relieve. Al llegar, preguntamos en la oficina de al lado ¿Y el (Puto) Pérez? ¿Tampoco viene hoy a trabajar?
Una joven voz nos recuerda “Hombre, que ya se ha jubilado. Que no te enteras”
Pues eso, que nos enteremos que ya se ido… pero que sigue aquí. Este será de los que no se esté quieto.
Con el mayor de los afectos, un abrazo para el Pérez y todos los prejubilados.
Tarde, pero he cumplido, Viriato.
/Asaltalindes/