25 de octubre de 2007

Hola, forastero jubilata:

Te han prejubilado hace tres meses. Hasta ahora te creías que estabas de vacaciones, un poco largas pero vacaciones a fin de cuentas. Y la semana pasada ha sido la primera vez en muchos años que te has tomado, en Semana Santa, los días que has querido. Ahora, que estás de vuelta a la vida cotidiana. es cuando de verdad empiezas a valorar tu nueva situación. Hasta ahora todo han sido lamentos, depresión, sensación de estorbo e inutilidad, sufrimiento por el desprecio profesional... Pero a partir de esta semana te has dado cuenta de que tu situación es privilegiada. Aunque la prejubilación no haya sido pactada sino por despido improcedente. No te puedes quejar que los hay en peores situaciones. Has llegado al fin de tu carrera profesional bien situado. Lo suficiente como para que te den dinero para que te vayas. No has perdido demasiado dinero porque, echando cuentas, te apañas. Los niños ya trabajan, menos el pequeño que lleva muy bien el último curso en la universidad pública y el mayor se ha independizado. Tu mujer (o tu marido, que también es el caso) te mima más para que se te vaya la depre. Y, así, has descubierto los libros de nuevo, los paseos por el parque o viendo escaparates (que se te había olvidado), Internet, la pintura al óleo y el modelismo naval. Todo un mundo inacabable que ignorabas que existiera para tí. Hasta te empieza a gustar la petanca, que resulta divertida cuando juegas con tu mujer en el salón. (Juegas en casa para no sentirte del Inserso y que no te vean los vecinos jugar con el club de jubilatas del barrio). Pero ahora es cuando empiezas a disfrutar de tu nueva vida, de una libertad anhelada desde hace años en tu subsconsciente y de lo que es disponer de TODO tu tiempo para tí solo y para lo que te dé la gana. Y por eso vale la pena perder un poco de sueldo a fin de mes. Entre lo que te ahorras en gasolina, en copas con los jefes y en disgustos, vale la pena. La tercera edad, como le llaman, es jubilosa, de verdad. Por eso le llaman jubilación. Y, para colmo, tu hija te ha anunciado que te dará un nieto para dentro de seis meses. Enhorabuena, jubilata. Ya has vuelto a ser tú.

Publicado por Emilia Gonzalez en Sal y pimienta.
Hola, forastero jubilata:

1 comentario:

meg dijo...

Gracias compis por vuestra difusión. Lo escribí pensando en todos vosotros y en mí misma.