30 de noviembre de 2007
Galería de imágenes de Fernando
Aqui van unas fotillos mias por si a alguien le pueden interesar, son del otoño en Navarra y de los parques de Tanzania (pinchando aparecen)
Fernando pre-prejubilado _________________
too young to die, BUT NOT too old to rock and roll (Jethro Tull, adaptado)
Galería de imágenes de Fernando Fotos de Navarra y Tanzania
28 de noviembre de 2007
Fernando Fernán Gómez, de viaje a ninguna parte...
Se ha muerto. El malvado Carabel, el capitán Veneno, el guardiamarina con "Botón de ancla", el Pícaro, el abuelo, y Balarrasa, y parte de aquella pareja feliz con la que Bardem y Berlanga regatearon a la censura, y Pepe Guindo, y el paciente padre de aquella "Belle époque" y el maestro cascarrabias y humano que enseñaba "La lengua de las mariposas". Y, sobre todo, Don Mendo. Se ha muerto Don Mendo, después de haberse vengado del destino que quería llevárselo antes. Y ha arrastrado consigo "El espíritu de la colmena", volviéndose singular.
Pero nos ha dejado sus obras y su teatro. Y sus películas divertidas o serias, que de todo hizo. Nos ha dejado más de una decena de novelas, que girarán siempre en torno a una: "El Viaje a ninguna parte" de una compañía de cómicos azuzados por el hambre y por el teatro.
El dramaturgo nos deja otra decena de obras, de las que hay que destacar más de una. Un "Lazarillo de Tormes" al que dio la imprompta de un inolvidable ciego tan cascarrabias como él capaz de mandar a la mierda a cualquiera. Y "El Pícaro", ese Lucas Maraña que recorrió un Siglo de Oro sobre el escenario. O "Las bicicletas son para el verano", ese drama provocado por una guerra civil que sorprende y envuelve a unos adolescentes en plenas vacaciones y les obliga a guardar sus bicicletas hasta que lleguen tiempos mejores.
En sus memorias dijo que su tiempo era amarillo como los edificios coloniales de la Lima de los años 20 donde nació hace 86 años, aunque en su partida de nacimiento figure Buenos Aires. Hasta en la elección de sus parejas en la andadura de la vida demostró su sabiduría: María Dolores Pradera fue su primera mujer y la madre de sus hijos. Después, unos intensos años con Analía Gadé y, finalmente, la inteligente Emma Cohen bajó del escenario para alegrar y vigilar las dos últimas décadas de su vida.
Él se ha ido. Nosotros, de momento, permanecemos en el escenario de la última farsa. Porque el espectáculo siempre debe continuar...
Enviado por Emilia
Pero nos ha dejado sus obras y su teatro. Y sus películas divertidas o serias, que de todo hizo. Nos ha dejado más de una decena de novelas, que girarán siempre en torno a una: "El Viaje a ninguna parte" de una compañía de cómicos azuzados por el hambre y por el teatro.
El dramaturgo nos deja otra decena de obras, de las que hay que destacar más de una. Un "Lazarillo de Tormes" al que dio la imprompta de un inolvidable ciego tan cascarrabias como él capaz de mandar a la mierda a cualquiera. Y "El Pícaro", ese Lucas Maraña que recorrió un Siglo de Oro sobre el escenario. O "Las bicicletas son para el verano", ese drama provocado por una guerra civil que sorprende y envuelve a unos adolescentes en plenas vacaciones y les obliga a guardar sus bicicletas hasta que lleguen tiempos mejores.
En sus memorias dijo que su tiempo era amarillo como los edificios coloniales de la Lima de los años 20 donde nació hace 86 años, aunque en su partida de nacimiento figure Buenos Aires. Hasta en la elección de sus parejas en la andadura de la vida demostró su sabiduría: María Dolores Pradera fue su primera mujer y la madre de sus hijos. Después, unos intensos años con Analía Gadé y, finalmente, la inteligente Emma Cohen bajó del escenario para alegrar y vigilar las dos últimas décadas de su vida.
Él se ha ido. Nosotros, de momento, permanecemos en el escenario de la última farsa. Porque el espectáculo siempre debe continuar...
Enviado por Emilia
27 de noviembre de 2007
Cuento
"""Todos los días, muy temprano llegaba a su empresa la hormiga productiva y feliz. Allí pasaba sus días, trabajando y tarareando una antigua canción de amor. Ella era productiva y feliz, pero ¡ay!, no estaba supervisada.
El Abejorro director consideró que ello no era posible, así que se creó el puesto de planificador y gestión de medios, para el cual contrataron un Escarabajo pelotero con mucha experiencia. La primera preocupación del Escarabajo fue organizar la hora de llegada y de salida y también preparó hermosos informes.
Pronto fue necesario contratar a una secretaria para que ayudara a preparar los informes, así que contrataron una Arañita que organizó los archivos y se encargó del teléfono. Mientras tanto la hormiga productiva y feliz trabajaba y trabajaba. El Abejorro estaba encantado con los informes del Escarabajo pelotero, así que pidió cuadros comparativos y gráficos, indicadores de gestión y análisis de tendencias.
Entonces fue necesario contratar una Cucaracha ayudante del Escarabajo pelotero como encargado y fue necesario un nuevo ordenador con impresora a color. Pronto la hormiga productiva y feliz dejó de tararear sus melodías y comenzó a quejarse de los cambios de turnos, de la desorganización y de todo el papeleo que había que hacer ahora. El Abejorro, entonces, consideró que era el momento de adoptar medidas. Así crearon el cargo de coordinador de área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz.
El cargo fue para una Cigarra que alfombró su oficina e hizo adquirir un sillón especial, y como necesitó un ordenador nuevo y como cuando se tiene más de un ordenador hay que tener una red local, pronto se necesitó de un administrador del sistema (que había sido ayudante del Abejorro en una empresa anterior), para preparar un plan estratégico y el presupuesto para el área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz.
Sin embargo la hormiga ya no tarareaba sus viejas canciones y cada vez se le notaba más irascible. "Vamos a tener que contratar un estudio de clima laboral un día de estos" dijo la Cigarra. Pero un día el Abejorro, al revisar las cifras, se dio cuenta que la unidad de negocio (donde trabajaba la hormiga productiva y feliz) ya no era tan rentable como antes.
Así que contrato al Búho, prestigioso consultor, para que hiciera un diagnóstico. El Búho estuvo tres meses en la empresa y pronto emitió un sesudo informe: "Hay demasiada gente en este departamento…". Así el Abejorro siguió el consejo del consultor y… despidió a la hormiga productiva y feliz."""
20 de noviembre de 2007
Puesta de sol Extremadura
13 de noviembre de 2007
Al final uno aprende
Uno aprende...
Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende...
y con cada día uno aprende. Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas. Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla. Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas. Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual. Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir. Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios, multiplicados al cuadrado. Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes. Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas. Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante. Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido. Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo...
Jorge Luis Borges 12.11.2007 enviado por Javier Domínguez
Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad. Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende...
y con cada día uno aprende. Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas. Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla. Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas. Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual. Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir. Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible. Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios, multiplicados al cuadrado. Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes. Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas. Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante. Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado. Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido. Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo...
Jorge Luis Borges 12.11.2007 enviado por Javier Domínguez
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