27 de noviembre de 2007

Cuento


"""Todos los días, muy temprano llegaba a su empresa la hormiga productiva y feliz. Allí pasaba sus días, trabajando y tarareando una antigua canción de amor. Ella era productiva y feliz, pero ¡ay!, no estaba supervisada.
El Abejorro director consideró que ello no era posible, así que se creó el puesto de planificador y gestión de medios, para el cual contrataron un Escarabajo pelotero con mucha experiencia. La primera preocupación del Escarabajo fue organizar la hora de llegada y de salida y también preparó hermosos informes.
Pronto fue necesario contratar a una secretaria para que ayudara a preparar los informes, así que contrataron una Arañita que organizó los archivos y se encargó del teléfono. Mientras tanto la hormiga productiva y feliz trabajaba y trabajaba. El Abejorro estaba encantado con los informes del Escarabajo pelotero, así que pidió cuadros comparativos y gráficos, indicadores de gestión y análisis de tendencias.
Entonces fue necesario contratar una Cucaracha ayudante del Escarabajo pelotero como encargado y fue necesario un nuevo ordenador con impresora a color. Pronto la hormiga productiva y feliz dejó de tararear sus melodías y comenzó a quejarse de los cambios de turnos, de la desorganización y de todo el papeleo que había que hacer ahora. El Abejorro, entonces, consideró que era el momento de adoptar medidas. Así crearon el cargo de coordinador de área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz.
El cargo fue para una Cigarra que alfombró su oficina e hizo adquirir un sillón especial, y como necesitó un ordenador nuevo y como cuando se tiene más de un ordenador hay que tener una red local, pronto se necesitó de un administrador del sistema (que había sido ayudante del Abejorro en una empresa anterior), para preparar un plan estratégico y el presupuesto para el área donde trabajaba la hormiga productiva y feliz.
Sin embargo la hormiga ya no tarareaba sus viejas canciones y cada vez se le notaba más irascible. "Vamos a tener que contratar un estudio de clima laboral un día de estos" dijo la Cigarra. Pero un día el Abejorro, al revisar las cifras, se dio cuenta que la unidad de negocio (donde trabajaba la hormiga productiva y feliz) ya no era tan rentable como antes.
Así que contrato al Búho, prestigioso consultor, para que hiciera un diagnóstico. El Búho estuvo tres meses en la empresa y pronto emitió un sesudo informe: "Hay demasiada gente en este departamento…". Así el Abejorro siguió el consejo del consultor y… despidió a la hormiga productiva y feliz."""

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